Uno de los aspectos más importantes de un partido de fútbol es el tiempo extra, que compensa el tiempo perdido durante los 90 minutos principales de juego. Dado que estos minutos pueden determinar ocasionalmente el resultado del juego, esta idea suele generar atención y conversación. «Tiempo añadido por el árbitro» o «compensación» son otros nombres para el tiempo extra que se agrega al final de cada mitad. Su función principal es compensar las pausas provocadas por diferentes tipos de interrupciones del juego. Estas paradas incluyen hacer reemplazos, hablar sobre las decisiones del árbitro, tratar lesiones de jugadores de fútbol, retrasar el tiempo de los oponentes o usar el árbitro asistente de video para revisar episodios polémicos.
El árbitro principal del juego lleva un registro de todas las pausas y cuánto duran durante el juego para calcular el tiempo extra. Estas medidas generalmente se llevan a cabo junto con el cuarto árbitro. El anotador oficial generalmente anuncia la cantidad total de tiempo de compensación, que es determinado por el árbitro al final de cada mitad. Dependiendo de la intensidad del juego y de las situaciones que se desarrollen durante el mismo, el tiempo extra en el fútbol contemporáneo puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. Por ejemplo, los controles tecnológicos prolongados o la gran cantidad de sustituciones en la segunda mitad pueden alargar mucho este tiempo. Sin embargo, el árbitro es el único que tiene la autoridad para decidir cuánto debe durar el tiempo de descuento.
Es importante recordar que el tiempo de descuento no necesariamente indica que el juego haya terminado cuando termina. Si hay demoras de último minuto que requieran modificaciones del tiempo, el árbitro tiene derecho a continuar el juego. Debido a que cualquier acción durante estos minutos puede determinar el destino del juego, el tiempo extra con frecuencia se convierte en una ocasión cargada de emociones para los jugadores, entrenadores y fanáticos. El tiempo de descuento es esencialmente un sistema justo que garantiza que cada segundo perdido en el campo se tenga en cuenta de la manera más justa posible.